Presupuesto

¡No es justo!.

Organizar el evento más romántico de tu vida comienza con el detalle menos romántico: establecer un presupuesto.

De acuerdo con la tradición, la familia de la novia es quien debe hacerse cargo con la mayoría de la financiación de la boda. Pero hoy en día, la familia del novio y la pareja misma, contribuyen de igual manera.

Cualquiera que sea tu situación económica, se debe establecer un presupuesto tan pronto como decidas casarte. Antes de tomar ninguna decisión, has de saber cuál es la cantidad total que puedes gastar en la boda.

Recuerda dejar siempre una previsión de fondos para gastos inesperados.

Haz una estimación

Los siguientes porcentajes, te darán una idea de cuánto puedes gastar; si te excedes en un área, prepárate para cortar presupuesto en otra.

50% Celebración ( incluye el alquiler del lugar, comida, bebida, servicio y tarta)

10% Vestido de novia y complementos

10% Música

10% Fotografía

10% Flores

10% Pequeños detalles (invitaciones, transporte y obsequios)

Correlacionar

Algunas decisiones fundamentales impactan directamente al presupuesto:

¿Cuántos invitados tienes?

¿A qué hora del día y en qué época del año es la boda?

¿Será formal o informal?

¿Qué tipo de comida vas a ofrecer?

La boda más cara, por ejemplo, es un almuerzo o cena formal, sentados. Menos lo será un brunch, o un coctel, porque la comida es más ligera, se consume menos alcohol, y la fiesta es más breve.

También es más económico casarse en invierno. Fotógrafos, restaurantes suelen hacer descuentos en estas fechas. Además hay mejores ofertas de viajes para tu luna de miel.

Y para finalizar, no olvides priorizar y ser flexible. Céntrate en lo que realmente es más importante para tí, y busca alternativas. Es más lucida una boda con bajo presupuesto y buen gusto, que al revés.

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